todo salido de un mente perturbada (o podría decirse que inspirada) por el ansia y los demonios...
La condena de un poema
Demonios en mi cabeza gritan tu nombre
mi fragilidad aparece de nuevo
un poema con dedicatoria oculta nos asfixia
cada palabra de tal se clava en mis venas
dejando un sedante que me deja a tu merced
mi fragilidad va en aumento
Cierro mis ojos conteniendo amargas lagrimas
lagrimas que me condenan
siento el calor de tus manos sobre las mías
y recuerdo una y otra vez el instante en que tus ojos se clavaron en los míos
El calor sobre mis manos desaparece
se convierte en tu sangre que se escapa entre mis dedos
mi corazón se empeña en mantener el recuerdo de instantes que fueron eternos
me confunde mientras se dedica a retorcer palabras
mi mente sigue condenándome
mientras que un poema sin sentido se convierte en el guion de esta historia
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