las lagrimas nunca se derramaron…
el cansancio es relativo…
pero yo veo la tuya con ese toque de hipocresía y soberbia que en algunos días soleados quise demasiado…
Tan poco importe para ti que nunca notaste que mi mirada siempre es la misma… siempre así…
desde la penumbra hasta los primeros rayos de sol…
No discutamos en este momento sobre quién de los dos a de ganar en hipocresía…
porque está claro que tú fuiste quien creyó mi sonrisa imborrable aun debajo de la detestable luz…
la cual sabias que era lo más repudiable para mí y aun así insististe en llevarme a ella, y como capricho de niño se te fue concedido…
solo para evitar el drama… solo para evitar la pena…
Regreso con infernal alegría a mi penumbra, adorada penumbra de la que jamás mi espíritu salió
lástima que hallas creído que el brillo de mis ojos era verdadero, cuando solo fue el reflejo de tu inmensa felicidad que ahora has decidido negar
lástima que hallas creído que el brillo de mis ojos era verdadero, cuando solo fue el reflejo de tu inmensa felicidad que ahora has decidido negar
Aquí en mi soledad me doy cuenta de que jamás significaste nada y que el sacrificio que creí haber realizado solo fue parte del guion con el que se escribió esta novela barata…
de la cual el final jamás se escribió…
de la cual el final jamás se escribió…
Y antes de que llegue un trágico final aléjate…
no te acerques jamás a esta oscuridad, déjame aquí
que todo quede en un frio y mísero recuerdo…
démosle dignidad a la historia…
para no perder el toque de soberbia
no te acerques jamás a esta oscuridad, déjame aquí
que todo quede en un frio y mísero recuerdo…
démosle dignidad a la historia…
para no perder el toque de soberbia